Mejora la eficiencia de tu empresa con objetivos alcanzables y realistas



Incorporar los objetivos a la gestión empresarial  tiene muchas ventajas, pero se encuentren con problemas como, no saber por dónde empezar, o no ser capaces de alinear los objetivos específicos o tareas con los objetivos generales.
La idea fuerza está en transmitir a nuestros colaboradores que los objetivos personales están relacionados con los de otros departamentos y con la empresa en general, de manera que la persona pueda situarse a ella misma y sus objetivos dentro de los de la empresa.
La empresa debe trabajar junta hacia un objetivo común. Los objetivos generales tienen que conseguir aunar perspectivas, evitando que cada área o cada departamento miren únicamente por su propio beneficio.
Además de estos objetivos, existen los específicos que ayudan a traducir en acciones la misión y visión de la empresa, tras ser comunicadas a todas las personas.
Hay objetivos a corto, medio y largo plazo. Concretar las metas en objetivos es necesario para:

  1. Flexibilizar.
  2. Hacer un seguimiento más cercano de los logros.
  3. Apostar por la calidad total.
  4. Incentivar.

Es necesario que los objetivos sean medibles y que se logre el objetivo general, por eso deben ser:

  1.  Medibles porque todo objetivo tiene que ser cuantificable y estar asociado a un periodo de tiempo.
  2. Coherentes: además de estar alineados con los objetivos generales.
  3. Comunicables a toda la plantilla.
  4. Los objetivos deben ser realistas y alcanzables en relación a los recursos de los que se dispone.
  5. Debe haber una retroalimentación del sistema para lograr la mejora continua en aras de lograr la calidad total en todos los departamentos o áreas de la empresa con un buen feedback.

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