Objetivos en la gestión empresarial
Incluir
objetivos a la gestión empresarial tiene muchas ventajas, pero se
encuentran con problemas como, no saber por dónde empezar, o no ser capaces de
alinear los objetivos específicos o tareas con los objetivos generales.
La idea fuerza
está en transmitir a nuestros colaboradores que los objetivos personales están
relacionados con los de otros departamentos y con la empresa en general, de
manera que la persona pueda situarse a ella misma y sus objetivos dentro de los
de la empresa.
La empresa debe
trabajar junta hacia un objetivo común. Los objetivos generales tienen que
conseguir aunar perspectivas, evitando que cada área o cada departamento miren
únicamente por su propio beneficio.
Además de estos
objetivos, existen los específicos que ayudan a traducir en acciones la misión
y visión de la empresa, tras ser comunicadas a todas las personas.
Hay objetivos a
corto, medio y largo plazo. Concretar las metas en objetivos es necesario para:
- Flexibilizar.
- Hacer un seguimiento más cercano de los logros.
- Apostar por la calidad total.
- Incentivar.
Es necesario
que los objetivos sean medibles y que se logre el objetivo general, por eso
deben ser:
- Medibles porque todo objetivo tiene que ser cuantificable y estar asociado a un periodo de tiempo.
- Coherentes: además de estar alineados con los objetivos generales.
- Comunicables a toda la plantilla.
- Los objetivos deben ser realistas y alcanzables en relación a los recursos de los que se dispone.
- Debe haber una retroalimentación del sistema para lograr la mejora continua en aras de lograr la calidad total en todos los departamentos o áreas de la empresa con un buen feedback.
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